jueves, 16 de agosto de 2007

Cuidado con los juguetes

Juguetes con un magnetismo peligroso

Mattel, la mayor fabricante de juguetes del mundo, lanzó un plan para recuperar 50 mil artículos con imanes peligrosos en Argentina. Un nuevo problema para la firma tras el escándalo con pinturas tóxicas.


Por Eduardo Videla

Ahora, el problema no fue la pintura tóxica, sino los imanes. Lo cierto es que la empresa Mattel –la más importante productora de juguetes del mundo, creadora de la célebre muñeca Barbie– decidió retirar del mercado más de 20 millones de juguetes provistos de accesorios imantados, peligrosos para la salud de los niños. El rescate de juguetes potencialmente nocivos llegó a la Argentina, donde –según la empresa– se habrían vendido 50 mil unidades provistas de imanes “que pueden desprenderse”, según reconoce la empresa.
“Esos pequeños imanes muy poderosos se convierten en un serio problema cuando son ingeridos por los niños”, explicó ayer Robert A. Eckert, presidente ejecutivo de Mattel. Es que en los Estados Unidos, tres niños debieron ser operados tiempo atrás a causa de una perforación de intestino tras haber ingerido varios de esos imanes, precisa un comunicado de Mattel. Si son ingeridos, los imanes pueden atraerse entre ellos y causar una perforación intestinal, una infección o una obstrucción, potencialmente mortales.
En la Argentina, la decisión se conoció ayer al mediodía, después de una reunión entre el gerente de Ventas de le empresa y el subsecretario de Defensa del Consumidor, José Luis López. En la nómina de productos a rescatar fueron incluidos ocho packs de la línea Polly Pocket (una muñequita con distintas variedades de accesorios), unas miniaturas de Batman y un accesorio de Tanner, el perro de Barbie. Fabricados entre enero de 2002 y el mismo mes de 2007, todos son portadores de los endemoniados imanes.
En esa reunión se coordinaron los mecanismo por los cuales Mattel llevará a cabo el programa de “retiro voluntario” de esos productos en todo el país: los consumidores que los tengan deberán llamar al 0800-444-6288 para arreglar con la empresa el cambio de esos juguetes por otros o la devolución del dinero. La Subsecretaria habilitó además el número oficial 0800-666-1518 para atender las consultas de consumidores.
“Retiro voluntario” se escribe aquí entre comillas dado que, efectivamente, estos productos serán rescatados por decisión unilateral de la empresa y no como consecuencia de una resolución oficial: los juguetes ahora considerados peligrosos habían sorteado con éxito las revisiones a las que se los somete en el instituto IRAM, en el INTI y en un laboratorio toxicológico.
“Estamos proponiendo una norma más amplia para que los controles se realicen por muestreo en dos o tres productos por partida, y no como ahora, que se hacen sobre un prototipo que trae el importador”, dijo a Página/12 el subsecretario de Defensa del Consumidor.
Desde la Cámara Argentina del Juguete –que nuclea sólo a productores locales–, su presidente, Norberto García, aprovechó para advertir: “No entendemos cómo ingresaron y superaron los controles si son peligrosos”.
La pesadilla de los juguetes peligrosos comenzó el 2 de agosto, cuando Mattel tuvo que retirar de los comercios de Estados Unidos, México, Canadá, España, Francia y Australia, entre otros países, un millón y medio de juguetes de la marca Fischer Price –una línea de productos para bebés y niños pequeños–, que habían sido fabricados en China y tenían una pintura tóxica.
La inquietud no tardó en llegar a la Argentina, justo en vísperas del Día del Niño, pero la empresa salió a aclarar que aquí “no se han distribuido ni comercializado productos fabricados por esa empresa o afectados por el inconveniente descripto”. Incluso, desde la Subsecretaría de Defensa del Consumidor se ordenaron pruebas de laboratorio para detectar si los Fischer Price locales tenían sustancias tóxicas, pero las pruebas dieron resultado negativo.
No es la primera vez que Mattel tiene que retirar productos de las vidrieras locales y rescatar juguetes ya vendidos. En noviembre de 2006 pasó lo mismo con cuatro productos de la línea Polly Pocket. Y el 6 de enero de 2005, la empresa procedió al “rescate de seguridad” de un Batimóvil, cuyas alas traseras “de puntas plásticas rígidas” podrían causar cortes o pinchazos a los usuarios.
En total, se estima que 21,8 millones de juguetes están siendo retirados en el mundo, de los cuales 11,7 millones correspondieron a Estados Unidos, aunque la mayoría de ellos no se encuentran en los comercios.
“Porque sus niños son también nuestros niños”, decía la consigna ayer en la página de Mattel. “Nada es más importante que la seguridad de nuestros niños”, agrega el mensaje. En el sitio aparece un video del gerente de la compañía donde explica la decisión de la firma.
Más drástica fue la autocrítica de Lee Der, el director de la empresa china que fabricaba los juguetes para Mattel con altos niveles de plomo, quien fue hallado muerto en un galpón de su fábrica, luego de que se conociera el nivel de toxicidad de sus juguetes.

Publicado Página 12 el 15/08/2007

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